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Omegle, un sitio de chat virtual, anunció el cierre de sus operaciones después de 14 años en funcionamiento. El fundador de la plataforma, Leif K-Brooks, emitió un comunicado publicado en la página principal de la red social este miércoles (8).
La propuesta original de la plataforma era posibilitar conversaciones aleatorias entre personas desconocidas de todo el mundo, en una especie de “sorteo”. Además de mensajes, los usuarios tenían la opción de realizar videollamadas.
A lo largo de los años, se han registrado varios informes sobre el uso indebido de la plataforma por parte de criminales. En Brasil, por ejemplo, un caso que involucró a un niño de São Paulo, abordado por un adulto de Porto Alegre, resultó en la primera condena por violación virtual en el país.
En el comunicado de cierre, el fundador de Omegle recordó la trayectoria del sitio y expresó la intención inicial de introducir espontaneidad social en Internet.
“Si Internet es una manifestación de la ‘aldea global’, Omegle fue concebido como una forma de pasear por las calles de esa aldea, entablando conversación con las personas que encuentras en el camino”, escribió K-Brooks.
También mencionó el uso indebido de la plataforma por parte de criminales y las iniciativas de Omegle para hacer que la red social sea más segura, incluida la moderación de contenido.
“Casi todas las herramientas pueden usarse para bien o para mal, y esto es especialmente cierto en el caso de las herramientas de comunicación, debido a su flexibilidad inherente”, afirmó.
K-Brooks reconoció la batalla continua contra el crimen, destacando que, aunque muchas personas ahora están tras las rejas gracias a las pruebas recopiladas proactivamente por Omegle y proporcionadas a las autoridades, la lucha contra el crimen virtual es una batalla constante que debe enfrentarse a diario.
Lamentó los recientes ataques, clasificados como “nada constructivos”, contra la plataforma, refiriéndose a las críticas recibidas por Omegle.
“La única manera de complacer a estas personas es dejar de ofrecer el servicio. […] La batalla por Omegle se perdió, pero la guerra contra Internet continúa”, concluyó.