Diabetes: El Reino Unido es pionero en ofrecer ‘páncreas artificial’ a través del sistema de salud pública

La diabetes es una condición crónica que afecta cómo el cuerpo procesa la glucosa (azúcar) en la sangre. Hay varios tipos de diabetes, siendo los más comunes la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2.

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Diabetes Tipo 1: Esta forma de diabetes es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células productoras de insulina en el páncreas. Como resultado, el cuerpo no produce suficiente insulina para regular los niveles de glucosa en la sangre. El diabetes tipo 1 generalmente se desarrolla en la infancia o adolescencia, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Los pacientes con diabetes tipo 1 dependen de inyecciones diarias de insulina para sobrevivir.

Diabetes Tipo 2: La diabetes tipo 2 es más común y generalmente se desarrolla con el tiempo, con resistencia a la insulina y disminución en la producción de insulina por parte del páncreas. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, falta de actividad física, mala dieta y predisposición genética. La diabetes tipo 2 puede controlarse con cambios en el estilo de vida, medicamentos y en algunos casos, insulina.

Además de estos tipos principales, existen formas menos comunes de diabetes como la diabetes gestacional (que ocurre durante el embarazo), diabetes secundaria (causada por otras condiciones médicas) y diabetes monogénica (causada por mutaciones genéticas).

La diabetes no controlada puede llevar a complicaciones graves, incluyendo enfermedades cardiovasculares, daño nervioso, problemas renales, pérdida de visión y amputaciones. Por lo tanto, es crucial que los pacientes con diabetes reciban un tratamiento adecuado, monitoreen regularmente sus niveles de glucosa en sangre y adopten un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y ejercicio físico.

La investigación y el desarrollo continuos de nuevas tecnologías como el páncreas artificial ofrecen esperanza para mejorar el control y la calidad de vida de las personas con diabetes. Sin embargo, la concienciación, educación y acceso a la atención médica siguen siendo aspectos cruciales en la lucha contra esta compleja condición.

La salud de la población en Inglaterra es gestionada principalmente por el Servicio Nacional de Salud (NHS), que proporciona atención médica accesible y de alta calidad a todos los residentes del Reino Unido. El NHS está financiado mediante impuestos y ofrece una amplia gama de servicios de salud, desde atención primaria hasta tratamientos especializados en hospitales.

El sistema de salud del Reino Unido tiene como objetivo asegurar que todos tengan acceso equitativo a la atención médica, independientemente de su situación financiera. Esto se logra mediante consultas gratuitas con médicos de cabecera, tratamiento hospitalario y medicamentos recetados que están subvencionados para los pacientes.

Además, el NHS implementa programas de prevención y promoción de la salud en toda la población, con el objetivo de reducir los factores de riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. También hay un enfoque creciente en la salud mental, con iniciativas para aumentar la conciencia, reducir el estigma y proporcionar apoyo adecuado para los problemas de salud mental.

Decenas de miles de personas en el Reino Unido diagnosticadas con diabetes tipo 1 recibirán acceso a una nueva tecnología revolucionaria conocida como páncreas artificial para ayudar a controlar la condición.

Este sistema utiliza un sensor de glucosa implantado bajo la piel para calcular automáticamente la cantidad necesaria de insulina que debe administrarse a través de una bomba.

A partir de este mes, el NHS comenzará a contactar a adultos y niños que puedan beneficiarse de esta innovación.

Sin embargo, las autoridades de salud pública advierten que podría llevar hasta cinco años para que todos los pacientes elegibles reciban el dispositivo, debido a desafíos relacionados con la disponibilidad de suficientes unidades y la necesidad de capacitar a más profesionales en su uso práctico.

Los estudios realizados han demostrado que esta tecnología, oficialmente conocida como sistema híbrido de circuito cerrado, ha mejorado significativamente la calidad de vida y reducido el riesgo de complicaciones a largo plazo para la salud.

A fines del año pasado, el Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Cuidado (NICE) recomendó la adopción del páncreas artificial por parte del NHS después de evaluar su eficacia y impacto positivo.

Casi 300,000 personas en el Reino Unido viven con diabetes tipo 1, incluyendo aproximadamente 29,000 niños.

En el caso de la diabetes tipo 1, el páncreas no produce insulina, una hormona crucial para convertir los alimentos en energía.

Los pacientes con esta condición deben monitorear de cerca sus niveles de glucosa en la sangre y administrar insulina diariamente, ya sea a través de inyecciones o una bomba.

La nueva tecnología realiza esta tarea automáticamente, simulando virtualmente la función del páncreas. Sin embargo, aún requiere que se introduzcan detalles sobre la ingesta de carbohidratos en una aplicación para garantizar una mayor precisión en su funcionamiento.

El páncreas artificial está diseñado para prevenir episodios de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en la sangre) o hiperglucemia (altos niveles de glucosa en la sangre), que representan un peligro para la vida de los pacientes.

Además, el dispositivo también contribuye a mejorar el control general de los niveles de glucosa, reduciendo así el riesgo de complicaciones a largo plazo como enfermedades cardíacas, renales y oftalmológicas.

Gemma Lavery, residente en Plymouth, Inglaterra, comenzó a usar el dispositivo después de participar en un proyecto piloto del NHS. Ella afirma que el páncreas artificial ha revolucionado su vida.

“No tengo que lidiar más con el estrés relacionado con el trabajo afectando mis niveles de glucosa en sangre, porque el sistema de circuito cerrado lo resuelve antes de que se convierta en un problema”, relata.

“Puedo disfrutar de una noche completa de sueño sin preocuparme por la hipoglucemia, que solía afectar mi rutina matutina. Además, he notado una estabilización significativa en mi diabetes”.

El profesor Partha Kar, consultor especializado en diabetes del NHS, describe la adopción del páncreas artificial como “increíblemente emocionante”.

“Esta tecnología futurista no solo mejora la atención médica, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes”, agrega.

La Dra. Clare Hambling, directora clínica de diabetes del NHS en Inglaterra, cree que la nueva tecnología “tiene el potencial de transformar completamente la vida” de las personas con diabetes tipo 1.

“Especialmente porque el diagnóstico de diabetes tipo 1 puede pasar desapercibido para muchos. Por lo tanto, si está preocupado por síntomas como aumento de la frecuencia urinaria, sed excesiva, fatiga y pérdida de peso, busque la orientación de un especialista”, destaca.

Colette Marshall, CEO de Diabetes UK, expresa su emoción al presenciar el lanzamiento de esta tecnología innovadora.

“Este es verdaderamente un momento histórico.”

El NICE aprobó la implementación del sistema en el NHS en diciembre pasado, después de lo cual el NHS desarrolló un plan de cinco años para proporcionar el equipo a pacientes elegibles.

NICE recomienda el uso del páncreas artificial para personas con diabetes tipo 1 que cumplen ciertos criterios, incluyendo niños y adolescentes menores de 18 años, mujeres embarazadas y personas con un nivel de hemoglobina glucosilada (HbA1c) superior al 7,5%.