Ciudad en Japón toma medida drástica para lidiar con turistas en busca de la foto perfecta del Monte Fuji

Enfrentando críticas de los residentes locales debido al comportamiento inapropiado de los visitantes extranjeros, la administración municipal decidió erigir una enorme red negra para bloquear parcialmente la vista de la icónica montaña.

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Esta acción fue motivada por la creciente popularidad de Fujikawaguchiko en las redes sociales, especialmente en Instagram, donde las fotos del Monte Fuji se han convertido en una obsesión para muchos viajeros.

Aunque reconocen que esta medida es lamentable, las autoridades locales sintieron que era necesaria para preservar la belleza natural de la región y restaurar la tranquilidad para los residentes. Se espera que el bloqueo parcial de las vistas más populares del Monte Fuji desaliente a los turistas que visitan solo para tomar fotos, fomentando una apreciación más genuina y respetuosa del paisaje.

La pequeña ciudad de Fujikawaguchiko, en la prefectura de Yamanashi, se ha convertido en el centro de una controversia internacional en las últimas semanas. Un mirador específico en la ciudad, ubicado al pie del Monte Fuji y cerca del punto de partida de uno de los senderos más populares para ascender la montaña, ha atraído a un número tan grande de visitantes que ha comenzado a causar serios problemas a los residentes locales.

Un ejemplo notable es la Clínica Odontológica Ibishi, situada en el edificio adyacente al lugar frecuentemente utilizado para fotografiar. Los empleados y pacientes de la clínica han enfrentado constantes molestias debido al comportamiento de los turistas. Según un comunicado emitido por la clínica, los problemas incluyen actividades ilegales y molestas, como dejar basura, invadir instalaciones, fumar y comer en el estacionamiento, además de invadir los techos de propiedades privadas. Estos incidentes a menudo requieren intervenciones policiales.

“Ha habido una serie de actividades ilegales molestas, como dejar basura, invadir instalaciones, fumar, comer en el estacionamiento o bajo los techos de casas particulares e invadir techos, lo que a menudo ha resultado en intervenciones policiales”, destacó el comunicado. “Se ha vuelto común que las personas nos griten insultos o arrojen cigarrillos encendidos cuando les pedimos que retiren sus coches”.

En respuesta a esta situación creciente, la administración municipal de Fujikawaguchiko decidió erigir una enorme red negra para bloquear parcialmente la vista del Monte Fuji, con la esperanza de desalentar el comportamiento inapropiado de los turistas y proteger la calidad de vida de los residentes.

Aunque reconocen que esta medida es lamentable, las autoridades locales creen que es necesaria para preservar la belleza natural de la región y restaurar la paz para los habitantes. La expectativa es que el bloqueo parcial de las vistas más populares del Monte Fuji desaliente a los turistas que visitan solo para tomar fotos, promoviendo una apreciación más genuina y respetuosa del paisaje.

La situación descrita en el comunicado resalta aún más los desafíos que enfrenta la pequeña ciudad de Fujikawaguchiko debido al turismo excesivo. El lugar fotográfico en cuestión atrae un flujo constante de extranjeros desde temprano en la mañana hasta altas horas de la noche, lo que dificulta que los residentes locales se comuniquen con ellos, incluso cuando les advierten en japonés.

La Clínica Odontológica Ibishi es una de las empresas que solicitaron a la alcaldía de Fujikawaguchiko que abordara este problema. La necesidad de intervención de las autoridades locales subraya la gravedad de las molestias causadas por la afluencia descontrolada de turistas.

Estos problemas no son exclusivos de Fujikawaguchiko; forman parte de un fenómeno más amplio de turismo excesivo en Japón desde la reapertura del país a los turistas extranjeros tras la pandemia. Los llamados “viajeros vengativos” han inundado el país y sus atracciones más populares. En marzo y abril de 2024, más de tres millones de personas visitaron el país cada mes, y la tendencia de romper récords parece mantenerse, a medida que turistas norteamericanos y europeos planifican sus vacaciones de verano. Este aumento repentino y significativo en el turismo está generando una serie de desafíos para las comunidades locales, desde la presión sobre la infraestructura hasta el deterioro de la calidad de vida de los residentes.

Aunque el turismo excesivo es un problema global, que afecta destinos como París y Hawái, la historia de Fujikawaguchiko destaca por algunos motivos específicos. En esta ciudad, no es una atracción turística tradicional la que atrae multitudes, sino un simple mirador donde las personas toman fotos del Monte Fuji. Este punto de vista está situado frente a una tienda de conveniencia, y frecuentemente, los visitantes se aglomeran en la carretera, buscando el mejor ángulo para sus fotos.

Un factor agravante es que la mayoría de estos visitantes opta por no hospedarse en Fujikawaguchiko. En cambio, prefieren hacer un viaje de “ida y vuelta”, pasando la noche en la bulliciosa ciudad de Tokio, que está a solo 100 kilómetros de distancia. Esto significa que Fujikawaguchiko experimenta un flujo constante de turistas a lo largo del día, sin los beneficios económicos de una estadía prolongada que podría compensar las molestias causadas.

La historia de Fujikawaguchiko es particularmente notable porque ilustra cómo incluso áreas aparentemente menos turísticas pueden verse profundamente afectadas por el exceso de visitantes. La popularidad de las redes sociales, especialmente Instagram, ha transformado un simple mirador en un punto de atracción masiva. Las personas vienen exclusivamente para capturar la vista perfecta del Monte Fuji, a menudo sin considerar el impacto de su presencia en la comunidad local.

Además de los problemas ya mencionados, como basura, invasión de propiedades y comportamiento irrespetuoso, la presencia constante de turistas también perturba la vida cotidiana de los residentes. La Clínica Odontológica Ibishi ejemplifica este impacto al reportar acoso y dificultad de comunicación con los turistas, destacando la creciente frustración entre los residentes.

Para mitigar estos problemas, la administración municipal de Fujikawaguchiko decidió erigir una pantalla negra de 20 metros de largo para bloquear parcialmente la vista del Monte Fuji. Esta medida, aunque considerada lamentable por las autoridades, es vista como necesaria para restaurar la tranquilidad y la calidad de vida en la ciudad. La expectativa es que el bloqueo visual desaliente a los turistas que visitan solo para tomar fotos, promoviendo un turismo más consciente y respetuoso.

El caso de Fujikawaguchiko sirve como una advertencia para otras localidades que enfrentan desafíos similares, subrayando la importancia de una gestión turística sostenible que considere tanto la preservación de las atracciones naturales como el bienestar de las comunidades locales.

Esta situación significa que la economía local no se beneficia de la afluencia de visitantes, ya que no hay una generación significativa de ingresos a través de entradas, pases de museos o tarifas de hotel. Estos recursos podrían ayudar a compensar los daños causados por miles de turistas, como erosión, basura y problemas de tráfico. La ciudad de Fujikawaguchiko, con solo 10,000 habitantes, ha enfrentado grandes desafíos para lidiar con estas cuestiones.

Haruhito Tsuchiya, un residente local de 49 años que trabaja en la industria del turismo, relató a Reuters diversos problemas causados por los turistas. “He visto personas caminando por las carreteras, usando scooters eléctricos sin seguir las reglas de tránsito y participando en accidentes. Ha habido muchos accidentes que involucraron a turistas extranjeros recientemente”, afirmó Tsuchiya, destacando la gravedad de la situación.

La tienda de conveniencia Lawson’s, situada frente al mirador del Monte Fuji y frecuentemente presente en las fotos de la montaña en redes sociales, también decidió tomar medidas para controlar el flujo de turistas mal comportados. La tienda busca maneras de mitigar los impactos negativos mientras continúa sirviendo a la comunidad local y a los visitantes respetuosos.

El bloqueo de la vista del Monte Fuji es un intento de reducir la afluencia de turistas que visitan el lugar solo para tomar fotos. Esta medida, aunque lamentable, es vista como necesaria por las autoridades locales para restaurar la tranquilidad y la calidad de vida de los residentes. Al desalentar a los visitantes que causan problemas, se espera promover un turismo más consciente y sostenible, que respete tanto la belleza natural de la región como la vida cotidiana de la comunidad local.

La historia de Fujikawaguchiko ilustra un problema creciente que enfrentan muchas pequeñas localidades turísticas alrededor del mundo, donde la popularidad en redes sociales puede transformar rápidamente un lugar tranquilo en un destino sobrecargado. La necesidad de estrategias eficaces de gestión del turismo es crucial para equilibrar los beneficios económicos con la preservación ambiental y el bienestar de los residentes.

“Ofrecemos nuestras sinceras disculpas a los residentes locales, clientes de estas tiendas y otros por causar inconveniencia y preocupación debido a la popularización de la sucursal de la estación Lawson Kawaguchiko”, declaró la empresa en un comunicado emitido el 5 de mayo.

Además, Lawson’s anunció que tomaría medidas adicionales para lidiar con los problemas derivados del turismo excesivo. La empresa planea contratar guardias de seguridad privados para la tienda Kawaguchiko e instalar carteles en varios idiomas, solicitando a los turistas que no dejen basura ni obstruyan las carreteras. Estas acciones tienen como objetivo promover un comportamiento más responsable por parte de los visitantes y ayudar a mitigar los impactos negativos del turismo descontrolado en la comunidad local.