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Quien no se haya preguntado nunca cómo negociar sus deudas, ¡que le eche la primera factura! Los imprevistos ocurren y sabemos que hasta los cocineros más experimentados pueden quemar el arroz en algún momento de su vida.
Si te consideras un gran gestor de tus propias cuentas, no te culpes si te endeudas. Puede tratarse de descubiertos, tarjetas de crédito o cualquier otra cosa.
¿Cómo negociar mis deudas?
Para empezar, la mejor idea es hacer listas. Son esenciales para reorganizar su presupuesto. Utilízalos y abusa de ellos y puedes estar seguro de que todo será más fácil. Aquí tienes algunas listas que puedes hacer para empezar a negociar las deudas y reequilibrarte financieramente:
– Enumera todo lo que debes en tarjetas de crédito, préstamos, financiación, descubiertos, tarjetas de crédito y facturas.
– Haz una tabla con tu presupuesto mensual. En otras palabras, todo lo que entra y sale de su cuenta bancaria cada mes.
– Haz una lista de los recortes que puedes hacer en tu presupuesto con la ayuda de toda la familia.
– Enumera ideas para generar ingresos extra. ¿Qué puede hacer para complementar su presupuesto? Todo vale: hacer dulces y comida para vender, dar clases particulares, revender un producto.
– Haz una lista de todo lo que se puede vender, como los artículos que no se usan tanto. Algunos ejemplos son esa bicicleta tirada en el patio trasero o la guitarra que no se ha tocado durante mucho tiempo.
Establecer un límite en cuanto a la cantidad que puede pagar
El objetivo es salir de la deuda, ¿verdad? Por lo tanto, debe saber cuánto puede pagar. Fija un límite para negociar y no adquieras un compromiso que no puedas pagar.
Considerar los imprevistos
Todos tendemos a creer en el mejor de los casos y, por eso, rara vez prevemos un “plan B” para cubrir los eventuales imprevistos. Los gastos de jubilación, la pérdida del empleo, las reparaciones del coche y las enfermedades familiares suelen afectar al pago de las facturas.
Definir su estrategia de negociación de la deuda:
Antes de negociar con el acreedor, piense en los argumentos que presentará. Y trae todos los documentos que demuestren tu capacidad de pago. Haz una lista de preguntas que puedas hacer antes de firmar la negociación. Por ejemplo:
– ¿Cuál será el descuento, en porcentaje, sobre el total de la deuda?
– Si pago en efectivo, ¿puedo obtener un mayor descuento?
– Si pago a plazos, ¿cuál será el interés?
– Después de pagar, ¿cuánto tiempo tardará en borrarse mi historial de crédito?
– Cuando pague, ¿recibiré una carta de descargo?
Si aún tienes dudas, no te decidas por impulso. Pide que la propuesta de negociación se haga por escrito. Llévatelo a casa, discútelo con tu familia y vuelve más tarde con una contrapropuesta. O, si están de acuerdo, vuelve a firmar el contrato de negociación.
¿Qué ocurre si el titular de una deuda ha fallecido?
Cuando una persona endeudada fallece, todo lo que posee se considera un patrimonio. Ya sea en positivo, como bienes (inmuebles o un coche) y dinero en el banco, o en negativo (préstamos impagados, cuotas y facturas).
Por lo tanto, en la pérdida de un familiar, como el padre o la madre, es obligatorio hacer la herencia. En caso de fallecimiento, las deudas no dejan de existir. Hay que inventariarlas e incluirlas en la herencia. Los herederos son responsables de la deuda hasta el límite de la herencia. Si este es su caso, hable con un abogado, que podrá orientar a la familia en relación con el pago de las deudas.